Ecuador intenta aplicar medidas de cuidado ante el coronavirus (COVID-19), desde el 17 de marzo 2020. En este periodo, las personas que migran de manera forzada se enfrentan a nuevas situaciones de vulnerabilidad, pues no tienen opción de quedarse en sus lugares de origen. Ante ello, el Servicio Jesuita a Refugiados - JRS Ecuador continúa su labor de acompañar, servir y defender a estas personas. Una de ellas es…
 
Magcleinmy, de 32 años, quien migró de Venezuela y se radicó en Huaquillas, ciudad fronteriza del sur de Ecuador. “Huaquillas es una ciudad pequeña, que puedes llegar a cualquier lugar caminando y donde hace calor. Yo aquí he sentido apoyo. La siento como mi segunda casa, y por eso decidí quedarme”.
 
Antes de que se decretara la emergencia sanitaria en Ecuador por el coronavirus, Magcleinmy, quien ofrece servicios de peluquería a domicilio, llevaba varias semanas sin trabajar.
 
“Entonces, cuando pasa la situación del coronavirus, a todos nos afectó porque ya no se puede salir a trabajar. He tenido ansiedad, temor y he sentido hasta ganas de irme a mi país, y con tanta información uno se colapsa. Lo que se recomienda es quedarse en casa, pero uno no puede producir, sólo resguardar la vida”.
 
Ella es licenciada en Administración de empresas y técnica especialista en alisado de cabello. Ejercía ambas profesiones hasta marzo de 2018, cuando salió de su país con destino a Lima, Perú.
 
“Lastimosamente tuve la mala experiencia que se aprovecharon de mí en una peluquería y no me cancelaron por un mes y medio de trabajo”. Entonces, decidió continuar su viaje hacia Quito, Ecuador, pero el dinero que tenía le alcanzó para llegar hasta la frontera, en julio de 2018.
 
Se acercó a las oficinas del JRS a solicitar asistencia para obtener la visa humanitaria.
“Le agradezco al JRS mi regularidad en el país. Me siento muy bendecida y agradecida. Unos días antes de que iniciara la cuarentena, en el JRS me ayudaron con dinero para pagar el arriendo porque yo ya tenía un mes parada. Luego, me llamaron y me dijeron que vaya a retirar un kit de alimentos. La situación con la comida está difícil, en el sentido en que puede haber comida, pero si no tienes dinero, cómo la adquieres. El JRS llegó en el momento en que yo más necesitaba de esa mano amiga y estoy supremamente agradecida”, comenta Magcleinmy.
 
Magcleinmy y su esposo, Elías, es una de las 150 familias que ha recibido kit de alimentos en Huaquillas, durante la emergencia por el coronavirus. 
 
El deseo de Magcleinmy es poder retomar la “Escuela de ciudadanía” y los talleres de sororidad de la red de mujeres, procesos implementados por la oficina del JRS de Huaquillas, en los que ella participa.
 
“Soy voluntaria en la red de mujeres, me gusta el trabajo con las personas que lo necesiten. También han sido edificantes las clases de la escuelita de ciudadanía e interactuar con personas que no sólo nos han aportado para nuestra formación en el ámbito personal, sino también emocional: aprender a conocernos más, cuáles son nuestros lados más vulnerables como población migrante… En el camino uno ha aprendido a sobrellevar la migración y a adaptar esto a la vida personal”.

Juntemos manos hoy... mañana podrás necesitar una

Somos personas caminantes: nos movemos entre varios lugares. Lo mejor de ser diferentes es aprender cosas nuevas.

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